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La Osteopatía no es la panacea universal y está claro que en muchas ocasiones hay que recurrir a la cirugía o a tratamientos pesados, pero de todos modos uno sigue sorprendiéndose al cabo de los años de las numerosas afecciones que pueden ser tratadas por esta Medicina manual, ayudándose solamente de una higiene alimentaria y de una higiene de vida, la Osteopatía se basta por si sola.
Los límites de la Osteopatía son difíciles de definir, sería mejor hablar de los límites de cada osteópata.
En todas las enfermedades funcionales la Osteopatía tiene resultados iguales o mejores que las otras formas de medicina y muy a menudo obtiene resultados allí donde otras medicinas han fracasado.
Las indicaciones generales son pues: "perturbaciones funcionales", es decir, todo lo que funciona mal.
Se trata de favorecer las reacciones normales del organismo, es decir, favorecer nuestras posibilidades de auto-curación: "La naturaleza es su propio reparador y su propio farmacéutico".
Mientras es posible restaurar el estado de salud, las afecciones, cualesquiera que sean pertenecen al campo de acción de la Osteopatía.
Sin embargo, existe un límite al campo de acción de la Osteopatía: si la enfermedad llegó a un estadio tal que acarrea lesiones anatómicas graves, estamos entonces en un punto de "no retorno". En este caso, "la Dama Naturaleza", aunque ayudada por la Osteopatía, queda superada.
Dolor de cabeza:
Cefalea de origen cervical, neuralgia facial del trigémino, cefalea post-traumática y post-operatoria, migraña.
El dolor de cabeza tiene un origen multifactorial y es gracias a su enfoque global que la osteopatía tiene un porcentaje muy alto de resolución de este problema cada vez más generalizado en nuestra sociedad.
Sistema nervioso:
Parálisis facial, neuralgias, parestesia, ciática, tics, vértigos, ansiedád, piernas inquietas, hiperactividad, stress.
Sistema otorrinolaríngeo:
Rinitis (crónica-alérgica), sinusitis, nariz tapada.Anginas, rinofaringitis, laringitis, amigdalitis, pérdida del gusto y olfato, otitis, acúfenos, zumbidos del oído, disminución del oído, oídos tapados.
Visión:
Estrabismo, conjuntivitis, retinitis, hipertensión, glaucoma, vista cansada, dolor de cabeza (al leer), ojos llorosos.
Articulación temporomandibular (ATM):
Molestias y dolor al nivel de la articulación de la mandíbula, bruxismo, bloqueo mandibular, dolor de cabeza, problemas de oído y garganta, cansancio, insomnio.
Enfermedades infecciosas, víricas, alérgicas:
Se corta el ciclo de las enfermedades crónicas y de las recaídas, ya que el cuerpo recobra su equilibrio fisiológico y pueden actuar los mecanismos de autocuración.
Aparato respiratorio:
Bronquitis, tos, disneas, asma.
Aparato cardiovascular:
Palpitaciones, taquicardia, arritmias, insuficiencia cardíaca, angina de pecho, hipertensión, hipotensión, flebitis, varices.
Aparato digestivo:
Náuseas, digestiones pesadas, disfunción de la vesícula biliar, estreñimiento, colitis, gases, hernia de hiato, dolor de estómago.
Aparato urinario:
Insuficiencia renal, cistitis, eneuresis, incontinencia urinaria.
Aparato genital:
Amenorrea, dismenorrea, dolores menstruales, relaciones sexuales con dolor, trastornos de la menopausia, problemas de próstata, algún caso de impotencia, frigidez y esterilidad.
Problemas músculo-esqueléticos:
Artrosis, artritis, lumbalgias, esguinces, tendinitis, neuritis, hernia de disco, ciática, cérvico-braquialgias, problemas de rodillas, problemas de cadera, dolor de hombro, los problemas traumáticos o no, de los deportistas ,etc.
Alteraciones posturales:
Escoliosis, lordosis, cifosis, hallux valgus (juanetes)
Los problemas del recién nacido:
Cólicos, torticolis, estreñimiento, plagiocefália, llanto inconsolable, hipo persistente obstrucción del conducto lagrimal...
Si todos los recién nacidos fuesen examinados por osteópatas competentes cuántos problemas del niño y del adulto serían evitados, ya que no hay que olvidar que la Osteopatía es, ante todo, una medicina preventiva.
El campo de acción de la Osteopatía es, como acabamos de verlo, la medicina funcional. Lo cual excluye todas las lesiones anatómicas graves, pero también todas las urgencias médicas. En estos casos, no se trata de buscar el "punto débil" que permitió la instalación de la enfermedad, sino de responder a lo más urgente, pues en estos casos la afección ya no puede ser combatida únicamente por las defensas del organismo. El organismo tiene entonces necesidad de una "ayuda exterior" para que luche (en su lugar) contra el agresor, o restablezca sus equilibrios demasiado perturbados...
Fuera de estos casos extremos, la Osteopatía nos permite reencontrar el estado de salud (sin temor de efectos secundarios indeseados).
Concluimos que, como se puede observar, existe un abanico muy amplio de casos en los que el osteópata puede actuar, y muy pocas situaciones en las que no lo pueda hacer. Dicha actuación siempre deberá estar acorde con los principios osteopáticos, y el osteópata deberá plantearse hasta qué punto puede actuar, en función de las características del paciente y sus lesiones, y con qué objetivo deberá hacerlo (paliación, "curación", o prevención).
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