¿Cómo es una sesión de osteopatía?
La sesión de osteopatía es siempre individual, en la que se establece un dialogo entre las manos del terapeuta y los tejidos del paciente. Consta de un primer tiempo evaluativo y un segundo tiempo terapéutico. En la primer parte el terapeuta se interesara por el estado de salud general y realizara una serie de test y palpaciones manuales para identificar las estructuras que han sufrido perdida de movimiento o estrés mecánico. Una vez identificadas dichas estructuras se aplicaran las técnicas manuales pertinentes para normalizar la función y eliminar los síntomas del paciente.
Por ejemplo, un dolor a nivel dorsal o en un brazo, puede ser el reflejo de una afección visceral digestiva o cardíaca, lo que intentamos poner en evidencia durante el diagnóstico osteopático y, de esta forma, tratar la causa real del problema y no tanto el síntoma.
A modo de ejemplo, diremos también que, la disfunción primaria o causa de todo el desarreglo mecánico posterior que llevará a determinado segmento a ser sintomático, doloroso, suele situarse a distancia de este y, por tal motivo, en Osteopatía tratamos la zona dolorosa y otros segmentos a distancia causantes del encadenamiento de tensiones, de disfunciones articulares, musculares etc. que acaban por sobrecargar el tejido que, finalmente, presenta el síntoma doloroso.
Es muy frecuente encontrar lumbalgias que responden a una causa primaria de antecedentes de lesiones de tobillo mal solucionadas.
¿Acudir a una consulta de osteopatía tiene algún riesgo?
¡En ningún caso! El Osteópata trabaja siempre respetando, mediante el diálogo con los tejidos, las posibilidades particulares de cada individuo.
Nuestro tratamiento siempre es muy suave y no le haremos daño. El osteópata utiliza un amplio abanico de técnicas osteopáticas para adaptarse a las necesidades individuales de cada paciente. Desde las técnicas osteopáticas manuales y articulares más tradicionales a las técnicas más sutiles conocidas como la osteopatía craneal y las técnicas viscerales. El osteópata está altamente formado y empleará el mejor enfoque para usted.
¿Qué necesito llevar?
Normalmente necesitaremos que se desvista y permanezca en ropa interior así que por favor lleve ropa interior con la que se sienta cómodo.
¿Por qué tiene tan buenos resultados la osteopatía en el tratamiento del dolor cronico?
El dolor es el mecanismo de alerta que posee el cuerpo para avisarnos que algo no está funcionando bien.
Andrew Taylor Still, considerado como el padre de la Osteopatía, formuló el axioma "la estructura gobierna la función".
El Osteópata analiza la estructura del paciente y examina la función de dicha estructura; el tratamiento Osteopático consiste en armonizar la estructura con la función.
El motivo por el cual da tan buenos resultados es porque busca y resuelve el origen del síntoma. Éste puede ubicarse en cualquier otra parte del cuerpo, aunque a veces es local.
¿Una persona de 90 años puede acudir al Osteópata?
La osteopatía no tiene limite de edad en su aplicación, desde el bebe al anciano se pueden mejorar mediante la aplicación de tratamientos específicos en función de sus necesidades. El hecho de aplicar técnicas manuales en las que el terapeuta esta en constante comunicación con el cuerpo del paciente hace posible que la edad no suponga un factor excluyente.
El paciente mas joven que he tratado fue una preciosa niña Daniela de 6 horas de vida extraída con fórceps desde el tercer nivel que presentaba una plagiocefália acusada y con la que obtuve un resultado sorprendente debido a la prontitud del tratamiento.
El paciente con más edad D. José tiene 84 años y a día de hoy continua visitándome con una actividad mental y física envidiable y todo esto después de haber sufrido un ictus cerebral que le trajo a mi consulta hace tres años.
El cuerpo de una persona de 90 años tiene que presentar un desgaste fisiológico por la edad, pero este no tiene que impedir la actividad física ni fisiológica de esta edad si no existe una enfermedad invalidante.
¿Un problema visceral puede ser responsable de hacernos padecer dolor lumbar?
Es normal encontrar pacientes que llegan a consulta con una lumbalgia donde todas las pruebas radiológicas son negativas (todo es correcto) y tiene una columna totalmente sana, sin embargo la molestia persiste desde hace bastante tiempo e incluso años. Tras un primer examen osteopático detectamos una disfunción visceral, por fijación de un riñón. Este órgano cuando se queda fijado, se bloquea inferiormente no siendo capaz de reproducir su movimiento de ascenso y descenso. Pues bien, al lesionarse de esta manera, presiona contra el músculo psoas-iliaco, que a su vez este hace presión contra el músculo cuadrado lumbar, siendo el responsable de generar el dolor en la espalda. Hasta no ajustar la posición normal al riñón y este vuelva a funcionar normalmente, cualquier tratamiento que hagamos será inútil.
¿Un problema en las cervicales puede ser producido por una disfunción visceral?
Es muy corriente tratar pacientes con problemas en cervicales, que han sido tratados de este problema y sin embargo su molestia persiste debido a que el tratamiento no ha sido el adecuado. En muchas ocasiones estos problemas se deben a fijaciones viscerales.
Pongamos un ejemplo: Una fijación baja de hígado puede producir una tensión en el músculo diafragma, este a su vez crear una irritación en el nervio frénico. Desde las vértebras cervicales C3, C4 y C5 sale el nervio frénico que da inervación al músculo diafragma, si este músculo se ve afectado, producirá un bloqueo de estas vértebras mediante una metámera creando dolor en esta zona cervical del lado derecho. Por otro lado la contracción de este músculo, crea una tensión miofascial que tracciona inferiormente a la cúpula pleural y esta produce tensión en los músculos escalenos, que inervan directamente en las vértebras cervicales. Todo esto crea una tensión en la zona cervical que provoca muchos problemas. Únicamente corrigiendo el problema desde el origen, conseguiremos solucionarlo definitivamente.
¿Qué sucede después de una sesión de osteopatía?
¿Cuantas sesiones son necesarias?
Sería presuntuoso y falso atreverse a afirmar que la osteopatía solo tiene éxitos. Los fracasos pueden tener varios orígenes, relativos a los pacientes, a los terapeutas y a las indicaciones incorrectas.
El paciente
Existen razones para esos fracasos cuya responsabilidad incumbe al paciente. Generalmente es porque continua llevando una vida ilógica y no se preocupa de emprender las reformas necesarias para mejorar su estado, bien porque se niega a modificar su alimentación, se agota, duerme poco, bebe o fuma demasiado, se impone gestos profesionales nocivos o se desenvuelve en un medio muy desfavorable para su equilibrio moral o psicológico.
Sin embargo el paciente no tiene toda la culpa y puede ser demasiado fácil, cuando no llegamos al resultado deseado, hacer recaer sobre él la responsabilidad del fracaso. El terapeuta puede tener también parte de responsabilidad.
El osteópata
La osteopatía es ante todo un arte. Es un arte de curar y, como todo arte, posee una parte técnica que se aprende y una parte que depende más de la aptitud que de la técnica. Un terapeuta puede dominar perfectamente esa parte técnica y sin embargo no ser tan eficaz como quisiera. La experiencia también entra en juego y es el fruto de la paciencia y de la práctica. El osteópata puede no encontrar la verdadera causa de las dificultades de su paciente. Bien llevado, un tratamiento osteopático, si no aporta la solución deseada, da generalmente al paciente un cierto bienestar y nunca le es perjudicial, lo que no podemos decir de todas las terapias.
Las indicaciones
La mala indicación es otra fuente de fracasos en los tratamientos osteopáticos. La osteopatía no es una panacea. Puede que no sea el mejor sistema actual para tratar algunos problemas, o incluso que no esté indicada. El terapeuta debe ser responsable y permanecer atento, no queriendo tratarlo todo sistemáticamente con su técnica. No somos universales y debemos aceptar trabajar dentro de un espíritu multidisciplinario de la sanidad.
A veces los síntomas desaparecen ya que el cuerpo deja de expresarse así. Otras veces, los síntomas permanecen, pero la relación del paciente con ellos cambia; el síntoma ya no es más el centro de atención, ya que pertenece a un contexto más amplio en el cual la vida se siente más llena y más satisfecha. A veces nada cambia. Quizás el paciente no quiere pararse a escuchar o quizás es demasiado abrumador oír. La decisión no es nuestra. Animando al cuerpo a hacer explícito lo que está implícito en su formación, nosotros ofrecemos posibilidades, no dictadas soluciones.
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