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La Osteopatía no se ocupa de las patologías viscerales, orgánicas, sino de los trastornos funcionales.
Thure-Brandt fue un osteópata sueco que introdujo las primeras manipulaciones viscerales, así como también ejercicios para descongestionar las vísceras abdomino-pelvianas. El Dr. Stapfer estudió las técnicas ginecológicas.
Jean-Pierre Barral osteópata D.O., junto con Mercier integra la Osteopatía Visceral a la práctica global osteopática.
Barral es quien realmente establece principios fisiológicos claros, ejes de movimiento estudiados clínicamente, y desarrolla la manipulación visceral bajo una fuerte base experimental.
Las vísceras están estrechamente relacionadas con las articulaciones vertebrales, ya que dentro de la columna vertebral se aloja la médula espinal de donde parte la inervación ortosimpática de las mismas. Una disfunción somática vertebral (hipo movilidad) va a influir directamente sobre el órgano alterando su fisiología y su vascularización.
Los órganos están relacionados entre sí por ligamentos, mesos, etc., y con el cuadro músculo esquelético conforman verdaderas articulaciones viscerales y están bajo la influencia de la presión del diafragma. Una alteración músculo esquelética (postural o traumática) va a influir sobre la víscera relacionada o viceversa: un trastorno funcional u orgánico de una víscera podrá tener repercusión en el cuadro músculo esquelético, así como también adaptaciones posturales antálgicas.
Por ejemplo: los espasmos intestinales podrán tener su origen en disfunciones en las vértebras lumbares 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, y a su vez estos espasmos intestinales ser los causantes de lumbalgias, al congestionar los plexos venosos de la región.
Otras causas de disminución de la movilidad de las vísceras son las adherencias entre los planos de deslizamiento provocadas por infecciones, inflamaciones, y principalmente por la ptosis o descenso de las vísceras. En un inicio el problema será funcional y luego de transcurrido un tiempo, si no es resuelto, se traducirá en una alteración estructural de los tejidos y la patología se habrá instalado.
El osteópata evalúa y trata el sistema visceral, tanto en forma local, como también con relación a los otros sistemas músculo esquelético, craneal (de donde parte la inervación visceral), teniendo en cuenta la influencia que ejercen permanentemente unos sobre otros.
Es justamente aquí en el marco de la globalidad donde logramos elevar el estado de salud del paciente.
La terapia manual será el medio utilizado para alcanzar nuestro objetivo, siempre precedida por la evaluación exhaustiva y adecuando las técnicas a las necesidades individuales de cada paciente.
Para Jean-Pierre Barral D.O, las vísceras del cuerpo son como un precioso y complicado reloj, cada parte tiene un sutil pero perpetuo movimiento relacionado entre sí.
"En un solo día, sus órganos internos se mueven 30.000 veces solamente con el movimiento diafragmático respiratorio".
Su hígado viaja unos 600 metros al día si su movimiento ve alterado su eje creara una tensión alrededor de los ligamentos y fascias que lo conectan con otras estructuras viscerales y oseas pudiendo comprometer a nervios y arterias cercanas que a su vez repercutirán en las estructuras por ellos inervados e irrigados permitiendo la instalación de la patología manifestando un síntoma en un lugar lejano a la causa.
Según Barral, los problemas surgen cuando un trauma o mal función altera los mecanismos de alineación. "Un órgano que pierde esto puede perturbar la movilidad de todo el cuerpo de golpe", dice él. "Nuestra tarea es ayudar a regresar a su camino". Con este fin, Barral ha empleado cerca de 3 décadas en el desarrollo de una técnica terapéutica que él llama Manipulación Visceral.
Así es como él trabaja usando sólo sus manos. Barral mima los riñones, hígado, estómago y otros tejidos blandos para que vuelvan a su movimiento natural aplicando presiones suaves en el abdomen, tórax y áreas urogenitales. En este sentido él afirma tener éxito en los tratamientos de una serie de enfermedades desde problemas crónicos de espalda y dolores articulares hasta indigestión, infección, incontinencia, migrañas e incluso impotencia y esterilidad.
Inicialmente, la suavidad de su técnica manual fue recibida con escepticismo. Pero una parte de la comunidad médica está empezando a reconocer sus beneficios. La Manipulación Visceral se ha convertido en parte del curriculum estándar de todas las escuelas europeas de osteopatía, y a su vez los seminarios en los Estados Unidos, Japón y Rusia atraen a grandes multitudes.
"A nosotros a menudo nos llaman cuando la medicina convencional no puede hacer nada. Ahí es cuando ser mecánico de órganos es una cosa muy bonita. No hay muchos de nosotros y hay un montón de organismos que necesitan ayuda".
J.P. Barral
Emilio Monteliu se especializa en Osteopatía Visceral durante los años 2000 al 2005 con profesores Holandeses del Instituto Barral Europa que imparten cursos en España, entre los años 2006 y 2008 viaja a Utrecht, Holanda, para ampliar sus estudios y realizar el programa de estudios avanzados de manipulación visceral en el Barral Instituut Nederland.
Desde el año 2009 Emilio Monteliu forma parte del privilegiado y reducido grupo de osteópatas que están siendo formados directamente por el Dr. Jean Pierre Barral.
Una fijación visceral no tratada produce, poco a poco, un bloqueo vertebral que a su vez mantiene la lesión visceral, mediante un arco reflejo, o viceversa. De tal modo que puede ser la responsable de mantener una lesión en la columna vertebral por fijación, y esta no corregirse hasta tratar la lesión visceral. De igual forma, una fijación visceral puede producir una lesión en cervicales, debido a las relaciones existentes, creando una tensión en cadena hasta llegar a la musculatura cervical. Es muy normal relacionar lesiones de hombro derecho con una fijación baja de hígado o una molestia de hombro izquierdo con fijaciones en estómago. Lesiones en rodilla de mujeres por fijaciones de vejiga o útero, que comprimen al nervio correspondiente (genitocrural) que va a tener inervación en la cara interna de la rodilla. Incluso llegar a ser estas fijaciones las responsables de crear escoliosis en una persona, por tensiones internas que pueden modificar la estructura de la columna.
Las lumbalgias o cervicalgias de origen visceral son muy conocidas en el campo osteopático, de hecho son motivo de muchas consultas. Campo desconocido o ignorado por la medicina tradicional, en el que muchos de sus pacientes son diagnosticados de patología de origen desconocida. Una gran parte de lumbalgias y cervicalgias se deben a problemas viscerales. Donde solamente un osteópata cualificado en esta técnica podrá detectar y resolver fácilmente estos problemas.
Este tipo de terapia esta muy indicada después de las operaciones, como terapia adicional complementaria. Sobre todo por problemas de cicatrizaciones post-quirúrgicas por el riesgo a adherencias de la propia cicatriz.
Los síntomas pueden tardar en aparecer pues el cuerpo posee una gran resistencia compensatoria y capacidad adaptativa.
Es común encontrar en consulta a mujeres a las que se les ha practicado una cesárea entre 12 y 24 meses antes ,con una fuerte lumbalgia que se repetirá cada vez mas frecuentemente y sin causa aparente provocada por las adherencias que se han ido formando alrededor de la cicatriz y por la tracción en las fáscias y ligamentos lumbo-ováricos y útero-sacros.
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